Los comerciantes que temían el frío

Piet Faller

Sí, Ankor me escribe todo el tiempo para decirme que averigüe por qué nuestros socios ya no quieren comerciar con nosotros. Lamentablemente tengo demasiado que hacer y no puedo ocuparme de eso. Además, creo que ya sé por qué cambiaron de opinión tan de repente. Hace poco apareció en Maliken un noble rico de Litavand con todos sus mercenarios y cajas llenas de oro. Sobornó a las autoridades portuarias y sedujo a nuestros socios para que comerciaran con él a golpe de chequera. Mientras este monstruo del viejo continente no vuelve arrastrándose a su madriguera, no tiene sentido intentar restablecer nuestras relaciones comerciales. Por eso tenemos que asegurarnos de que nuestro amigo vuelva pronto a casa con sus mercenarios y de paso se olvide de llevarse el oro... no sé si me sigues... entonces con gusto te contaré más detalles.