Viannar
¡Por los pelos del Tortuleón! Mis hombres han vuelto a confiscar plantas llegadas de Miríaden destinadas a Litavand. Es increíble lo que los criminales están dispuestos a hacer para no tener que pagar impuestos de exportación. La cosa funciona así: los productos del nuevo continente fabricados con materiales locales pueden ser exportados sin mayor problema. Sólo las plantas no endémicas están obligadas a pagar un arancel.
Escúchame: me consta que ha llegado a la ciudad un tal Saturnín que trabaja para una red de contrabandistas. Sé también que quieres hablar con él, y por eso te propongo que me ayudes a localizar las mercancías ilegales. A cambio te aseguro que Saturnín hablará. Le haré una oferta que no podrá rechazar.