Reclutar al Emeróxido
Liderazgo: -1
Cuenta la leyenda que un alquimista ebrio derramó una potente pócima de transformación sobre un arbusto cercano a su casa. A partir de aquel momento, el arbolito empezó a pensar sobre su propio futuro y sobre la estética de sus hermanos de copa y corteza. Pocas décadas más tarde, el sensible y arraigado artista encontró la manera de liberarse de sus ataduras terrenales y empezó a embellecer su entorno. Por desgracia, los esfuerzos silvicultores del Emeróxido fueron acogidos por sus vecinos con vehementes golpes de horcas y guadañas. Decepcionada, la curiosa criatura abandonó la tierra que le vio nacer y partió en busca de un espacio más agradable en el que echar raíces.