
Lank Naimson
Una vez que estaba de viaje por encargo de la comunidad me alojé en casa de un comeciante moribundo. Estaba muy enfermo, y quería remediar algunos de sus errores de juventud. Es una historia enrevesada y bastante aburrida con la que no quiero importunarte. En cualquier caso, quiso agradecerme los servicios prestados, y como yo le había hablado del grupo me entregó un contrato de suministro con el que me haría rico.
Por desgracia no puedo cumplir con las disposiciones del contrato, porque me he enemistado con un par de personas influyentes. Por eso te ofrezco que me compres el contrato, y yo a cambio te diré dónde puedes cumplirlo. ¿Qué me dices?